Mantener una microbiota intestinal mejora la salud y alarga la esperanza de vida.
En nuestro organismo existen más de 100 billones de seres microscópicos, los cuales nos aportan diferentes beneficios. La flora microbiana es una población de bacterias que están reunidas en nuestro intestino.
Cuando una persona se alimenta, también nutre a estas bacterias.
En la flora intestinal existen algunas bacterias que nos ayuda a realizar la digestión y que, incluso, nos sirve para reducir el sobrepeso. Pero por otro lado están las microbiotas firmicutes que, por ingesta de grasas saturadas pueden producir obesidad.
Esta flora es muy importante para nuestra salud, tener una buena flora intestinal puede aumentar la longevidad de las personas. Durante los últimos años la ciencia no ha dejado de encontrar más funciones y nuevas relaciones entre las bacterias de nuestro sistema digestivo, y muchas de las patologías que padecemos, tanto físicas como psíquicas.
Debido a que la flora intestinal influye en el metabolismo y digestión de los alimentos, su daño o alteración puede conducir al estreñimiento así como a períodos de diarrea, hinchazón abdominal o gases.
Además de síntomas físicos, tener una flora intestinal dañada puede producir cambios de humor, cansancio o a largo plazo, tener un mayor riesgo de sufrir enfermedades como infecciones, depresión, obesidad o sobrepeso.
Para tener una flora intestinal saludable es recomendable la ingesta de alimentos con prebióticos que representan el sustrato para bacterias beneficiosas, es decir, favorecen o promueven el funcionamiento y crecimiento de algunos tipos concretos de bacterias que influyen positivamente en la salud.
Mantener una dieta con fibra incentiva el buen funcionamiento del sistema digestivo. Amarantole tiene alto contenido de fibra, lo que mejora el metabolismo y digestión, mejorando el tránsito intestinal, previniendo el estreñimiento.
Además funciona como un pre-biótico, es decir, estimula a la formación de una flora intestinal saludable.
